La actual fortaleza se construyó a partir de 1203, posiblemente por la familia Arnáez, que recibieron el señorío de Rubielos de su anterior titular, el obispado de Tarazona. Tras un largo conflicto, motivado por su situación dentro del espacio foral del Concejo de Teruel, este último acabó ocupándolo por la fuerza y ganando el litigio en 1270.
Fortaleza documentada desde 1198, momento en el que Pedro II se lo dona a a Pedro Ladrón. Tras diversas vicisitudes, en 1367 es adquirido por Blasco Fernández de Heredia, pasando a pertenecer a una de las familias más influyentes del reino, que acometió la construcción del actual edificio. Las obras se prolongaron durante todo el siglo XV. En 1614 se cede para la instalación provisional de un convento franciscano, ocupación que se prolongó hasta 1835, pasando después a ser cuartel militar y de la guardia civil.
Castillo islámico documentado arqueológicamente desde el siglo XI, ocupado por Alfonso I (1118) y conquistado definitivamente por Alfonso II, que se lo entregó a los monjes de la Selva Mayor (1174). Durante casi dos siglos desempeñó las funciones de fortaleza conventual. Parcialmente destruido durante la Guerra de los Pedros, fue adquirido por los Fernández de Heredia en 1375. Refortificado en 1835 fue por los carlistas, fue conquistado por los liberales en 1840 tras una encarnizada resistencia.
Castillo perteneciente a la Mitra de Zaragoza. La fábrica actual del edificio podría datar de la primera mitad del siglo XIII. A mediados del XV se realizaron obras bajo el episcopado de Dalmau de Mur. En 1532 fue inspeccionado por Juan de Galí y Juan de la Mica; dados los desperfectos detectados, Fadrique de Portugal, arzobispo de Zaragoza, renunció a su reparación.
Castillo perteneciente a la Mitra de Zaragoza, donado por Pedro II en 1202 al obispo de Zaragoza. Poco después figura en manos del rey Sancho VII de Navarra, que lo entregó como garantía de un préstamo (1214). Reocupado poco después por los sarracenos, es definitivamente conquistado en 1221-1222. En 1222, Sancho de Ahones, obispo de Zaragoza, pidió prestado un importante crédito para reparar el castillo, pudiendo corresponder a esas fechas el grueso de su fábrica.
Potente torre defensiva que podría datar del siglo XIII. Aunque se suele vincular con el despoblado de Almansa, no hay evidencias que avalen esa asociación. De hecho, parece más relacionable con una torre señorial, que con las estructuras defensivas de las aldeas de la Comunidad de Teruel. Resulta más factible su identificación con la «Turris» de «Atoreya», citada en 1263 en el pleito existente entre el Concejo de Teruel y Jimeno Pérez de Arenós por la propiedad de «Atoreya» y «Abella».
El castillo y la aldea de Pradas pertenecían a Blasco Jiménez, señor de Arenós, pero se situaban dentro del territorio asignado a Teruel en su Fuero. Por ello, el Concejo turolense inició un pleito para obtener su reintegración, obteniendo sentencia favorable en 1267. A finales del siglo XIII o principios del XIV, Pradas pasó a manos de los Sánchez Muñoz, barones de Escriche; en esos años o poco después desapareció la aldea, surgiendo la de San Agustín, perteneciente a la Comunidad de Teruel.
Fortaleza andalusí conquistada por Alfonso II a principios de los años 80 del siglo XII y entregada a los templarios, cayendo nuevamente en manos sarracenas poco tiempo después. En 1195 fue reconquistada y entregada al Temple, que construyó el actual castillo. En 1251 el rey aprobó su permuta con Jimeno Pérez de Arenós. Poco después, el Concejo de Teruel inició un largo contencioso para recuperar el enclave, sito en su territorio foral; lo ocuparon por la fuerza y en 1271 acabaron ganado el pleito.
Antigua fortaleza señorial, clave en el control de los valles de los ríos Torrijas-Manzanera y Arcos. Asentada seguramente sobre una posición fortificada previa, documentada desde principios del siglo XIII, su fábrica actual data de fechas avanzadas de esa centuria o ya del siglo XIV. Además de su innegable componente defensivo, el Castillo tiene un eminente carácter residencial y palacial.
Fortaleza islámica y bajomedieval documentada desde 1202. En 1205, Pedro II lo entregó a Pedro Fernández (nieto de Alfonso VII de Castilla) como garantía de un préstamo, recuperándolo en 1208. En 1210, lo cedió a Pedro de Pomar, retornando poco después a la Corona. En 1217, Jaime I lo donó al obispo Zaragoza. Y en 1262, este monarca encomienda al Concejo de Teruel su repoblación, integrándose en su Comunidad de Aldeas.
Castillo bajomedieval asentado sobre un enclave islámico, posiblemente también defensivo. Se refortificó durante las Guerras Carlistas, lo que motivó su destrucción. En ese mismo espolón se situó la primitiva parroquial de El Castellar (fechas avanzadas del siglo XIII o inicios del XIV), que, al haber sido también objeto de obras defensivas, se suele confundir con el Castillo. Tras el desplazamiento de la población al “Barrio Nuevo”, la antigua iglesia se transformó en ermita dedicada a Santa Bárbara.
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Arquitectura Fortificada Feudal, Castillos
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