En este emplazamiento se construyó un primer templo hacia 1311, aunque debió resultar muy dañado durante la Guerra de los Dos Pedros. Es por ello que la fábrica actual del edificio es del siglo XV, con reformas y agregados posteriores, incluida la casa del ermitaño, documentada a finales del siglo XIX.
La ermita y sus dependencias se sitúan en una pequeña elevación contigua al antiguo Camino de Mora. Se accede a través de un porche cubierto, sustentado por un fuste poligonal de piedra con su basa, y que conserva el empedrado a base de guijarros y tejas. La puerta con arco de medio punto al exterior y rebajado al interior, da paso a un patio descubierto, parcialmente rodeado por un atrio.
El templo, con fábrica de mampostería, se abre al atrio septentrional; sobre su portada aún conserva un rosetón de fábrica gótica; el edificio es de una sola nave con tres tramos y cabecera recta. Originariamente dispondría de una cubierta de madera, sustentada por sendos arcos diafragma apuntados, con dovelas con con marcas de cantero; posteriormente se construyó una bóveda de cañón apuntada, que también descansa sobre los citados arcos. Adosadas a la ermita, había diversas dependencias (sacristía, casa del ermitaño, dependencias de la romería) con tejado a una vertiente, que se prolongan hasta el patio.