Ermita gótica del siglo XV, posiblemente de fechas avanzadas, que tiene adosadas otras construcciones secundarias, de cronología posterior, vinculadas a la romería que se celebra el sábado más próximo al 22 de julio. En su interior se conserva dos retablos de principios del siglo XVI; el de María Magdalena posiblemente relacionado con el denominado Maestro de Altura.
La ermita es de una sola nave, dividida en cuatro tramos mediante arcos diafragma apuntados de sillería. Tiene cubierta a doble vertiente y coro alto a los pies. La portada, un simple arco de medio punto, se abre en el muro meridional, a la altura del segundo tramo. Junto a la sacristía, edificada con posterioridad a la fábrica principal en la parte meridional del presbiterio, hay una ventana de culto adintelada.
La ermita tiene un pórtico corrido que protege casi toda la fachada meridional, salvo el espacio que ocupa la sacristía y el resto de elementos adosados. Se apoya sobre pilares de piedra de sección cuadrada, coronados con ménsulas de este mismo material. Bajo este, hay un banco corrido adosado al muro del templo.
En cuanto a los retablos conservados, el de Santa María Magdalena tiene tres calles; en la central está representada la santa titular, flanqueada por San Pedro y San Pablo; en su parte superior hay un Calvario. También se conserva parte de la pedrela, en la que aparece San Sebastián y un santo obispo (San Valero o San Blas); y en sus laterales se representan las barras de Aragón sobre motivos vegetales.
En el segundo retablo hay tablas dedicadas a Santa Cecilia, Santa Catalina y Santa Clara, mientras que en la predela aparecen San Antonio Abad, San Bartolomé y otro no identificado.