Iglesia parroquial que sustituirá a la existente en las proximidades del castillo, transformada en ermita de Santa Bárbara a partir de ese momento; este proceso puede vincularse con el paulatino desplazamiento del caserío desde la parte alta de la loma, hacia la base de la ladera, en la que actualmente se asienta. Este nuevo templo fue construido en un momento no precisado del siglo XVI, siendo objeto de una profunda transformación barroca en el siglo XVIII.
En esta iglesia se distinguen dos grandes fases constructivas. La más antigua, de clara traza gótico-renacentista, se corresponde con un templo de cinco tramos, con capillas entre los contrafuertes y cabecera poligonal de tres lados; parte de los contrafuertes han desaparecido, mientras que otros han sido enmascarados por la reforma posterior. El templo posiblemente estuviera cubierto mediante bóveda de crucería (desaparecida al recrecerse el edificio). Adosada a los pies, aún se mantiene la torre campanario, alineada con el centro de la nave y con acceso independiente. Consta de cuatro cuerpos, los tres inferiores de mampostería con buena sillería en las esquinas, mientras que el cuarto es exclusivamente de sillería. El cuerpo de campanas original se situaría en la parte superior del tercer cuerpo y en el cuarto.
La posterior transformación barroca fue muy intensa, especialmente en el interior; se adosaron sendos cuerpos en los laterales y se recreció en altura la nave gótico-renacentista. El resultado final es una iglesia de tres naves, la central cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos y las laterales con bóvedas vaídas. También se colocó una portada adintelada, enmarcada entre pilastras y entablamento, con hornacina superior, todo ello protegido por arco de medio punto. Y se recreció la torre-campanario, creando un nuevo cuerpo de campanas realizado con fábrica de ladrillo y cegando la fase anterior.