Iglesia gótico-renacentista de finales del siglo XVI, inaugurada en 1614. Simboliza, en gran medida, el tránsito desde el emplazamiento originario de la Villa Vieja hacia la vaguada sobre la que se asienta la villa en la Edad Moderna. Su portada, de estructura manierista, data de 1596. En su construcción debieron intervenir los canteros darocenses Juan de Garaite y Francisco Ortíz Mena, que en 1597 se trasladan a Alcalá.
Iglesia parroquial construida en la vaguada hacia la que se desplazó el grueso del caserío de Alcalá a finales de la Edad Media y principios de la Moderna. Es un edificio de grandes dimensiones, con fábrica de mampostería y sillería en basamento, esquinas y elementos principales. Consta de tres naves; la nave central es sensiblemente más alta y ancha que las laterales y posee ábside poligonal oculto al exterior por la Sacristía y la Capilla del Rosario. Consta de cinco tramos y está cubierta por medio de bóvedas de crucería estrellada, separadas por arcos fajones de medio punto, que apean en pilastras estriadas coronadas con capiteles sencillos. A los pies se encontraba originariamente el coro alto.
Las naves nos naves laterales son estrechas y se abren entre los contrafuertes. Están separadas de la nave central mediante arcos de medio punto sustentados sobre pilastras estriadas; las dos primeras del lado de la Epístola se cubren igualmente con bóveda estrellada.
Originariamente, la entrada se realizaba a través de un monumental pórtico, abierto en triple arco, conservándose en la actualidad el arco central y el lateral derecho. El arco central, de medio punto y encasetonado, y mucha mayor altura que los laterales, cobija una espectacular portada de dos cuerpos, decorada con motivos clásicos, y de estructura manierista.
En los pies, en el lado de la Epístola, se encuentra la torre campanario, de tres cuerpos, realizada con sillería.