El segundo recinto amurallado de Mora supone duplicar el espacio protegido por el primero, agregándose a su flanco oriental. Integra el tramo final del barranco del Regajo y la loma del Calvario. Esta ampliación se realiza hacia 1380, siendo posteriormente sus fábricas objeto de múltiples reparaciones.
La ampliación del recinto supuso el cese de la función defensiva del Portal de Rubielos, al quedar en el interior de la población, y la necesidad de construir un segundo portal, cuya fábrica actual consta de arco de medio punto al exterior y rebajado al interior.
Como contrapunto al Castillo, se construyó el sistema defensivo de Las Torres – El Calvario, situado justo enfrente de éste, sobre la cumbre de una estrecha loma. Integra por dos potentes torres de planta cuadrada y un lienzo de muralla; la torre septentrional está formada por dos salas cubiertas con bóveda apuntada, la inferior cerrada y la superior abierta por el lateral que da al adarve; la torre meridional cuenta con una única sala, también cubierta mediante bóveda apuntada y abierta por el lateral que da al interior de la población. El lienzo de muralla que las une, descansa sobre un bloque de cantera tallado. En el lienzo de la muralla hay un postigo, ligeramente sobreelevado y defendido directamente por una de las torres. Las fábricas empleadas en estas estructuras son de mampostería trabada con mortero de cal y sillares en las esquinas.