El recinto amurallado fue concebido en 1265, de forma simultánea a la traza urbana. Su primera fábrica debió ser precaria, por lo que fue necesario empezar a rehacerla en 1295, considerándose en 1311 que aún se necesitaban cinco años más para concluirla. Estas sólidas murallas le proporcionaron una gran importancia estratégica, especialmente durante la Guerra de los Dos Pedros, momento en el que fueron nuevamente reforzadas. Casi cinco siglos después, fueron nuevamente reparadas, durante las Guerras Carlistas.
El recinto amurallado se conserva casi íntegramente, aunque en algunos puntos ha quedado oculto por las casas adosadas tras su pérdida de función, siendo su flanco septentrional el que más estructuras tiene visibles. Fue construido con una sólida mampostería trabada con cal, con sillería en portales y esquinas. Las torres son de planta cuadrada, salvo en el flanco meridional, en el que también las hay de planta semicircular. Originariamente contaba con ocho portales, de los que cuatro están bien conservados:
- Portal de San Roque: Espectacular torre-puerta de planta cuadrada, con arco apuntado al exterior, rebajado al interior, y bóveda apuntada en el paso; conserva las ranuras del rastrillo que se deslizaría desde la planta superior. El cuerpo inferior es de sillería y el resto de mampostería con sillares en las esquinas. Durante la Edad Moderna se instaló una capilla, abierta al interior del recinto.
- Portal del Hospital: Reformado en el siglo XVI, presenta arco de medio punto al exterior, paso adintelado y arco apuntado (parcialmente enmascarado) al interior. Intramuros destaca una ventana de traza gótico-renacentista.
- Portal de San Cristóbal: Abierto al exterior con arco de medio punto y al interior con arco rebajado.
- Postigo: Pequeño portal con doble arco de medio punto. A su lado se han identificado estructuras asociadas al antiguo castillo.