Puente gótico sobre el río Seco o Monleón, en el límite entre las provincias de Teruel y Castellón. Data de finales del siglo XIV; la obra fue encargada a Guillermo Cubells en 1385, para ser acabada en el plazo de un año; en el contrato de obra se indica que debía tener dos ojos, aunque finalmente la obra realizada sólo tiene uno.
Muy cerca de este puente se conservan los restos de otro, de cronología no precisada.
Puente de perfil alomado, realizado con paramentos de mampostería trabada con cal y arco y base de estribos (que ejerce de tajamares) de cuidada sillería; tiene 42 metros de largo por 4 metros de ancho (en la zona central). El arco es de medio punto, de 14,6 metros de luz por 7,7 de altura. La vía está flanqueada por sendos pretiles de 4 palmos. Conserva el empedrado de cantos rodados dividido a tramos con lajas verticales; en el arco se conservan también los mechinales de la cimbra.
Por este puente discurría el camino real que comunicaba Mosqueruela con Vistabella y que coincide con la «vereda de mar a mar» (nombre otorgado en 1328) que va hasta el arco romano de Cabanes.