Aldea citada por primera vez en 1194, fecha en la que Alfonso II donó su iglesia al obispo de Tarazona. Poco después fue recuperada por los musulmanes y no se incorporó definitivamente al Reino de Aragón hasta 1203. Este primer núcleo de población se situó en el actual barrio del Campanar, en torno al castillo. En 1259-60 es repoblada por el Concejo de Teruel, extendiéndose por el llano contiguo. El Campanar permaneció habitado, aunque quedó relegado a un segundo plano dentro del entramado urbano de Rubielos.
El Campanar es un espolón rocoso situado sobre el río Rubielos, junto al límite suroriental de la Llanura de Rubielos, sobre el río Rubielos. Se encuenta junto a un importante nudo de comunicaciones, que enlaza la Sierra de Gúdar con la Depresión de Sarrión. La primitiva aldea de Rubielos ocupaba su cumbre, con una superficie aproximada de 0,4 hectáreas. El caserío se disponía al amparo del Castillo, instalado en el punto más elevado, en el centro del espolón. Su trama urbana contaba con tres calles perimetrales y un vial que atravesaba la parte central. Estaba protegido por un recinto amurallado, del que se conserva un bastión que sirve de plataforma para la ermita de los Desamparados (espacio en el que también pudo estar instalada su minúscula iglesia parroquial) y un lienzo en los sótanos del Hospital (Museo Salvador Victoria).
El principal punto de acceso a este pequeño núcleo de población se situaría en la calle Górriz, en el istmo que une el espolón con la llanura, aunque también pudo contar con algún otro postigo.
El declive del antiguo núcleo y su transformación en barrio periférico ha supuesto una cierta transformación urbana, ligada esencialmente a la superación de las barreras topográficas que limitaban su comunicación con el resto de la Villa