Ermita bajomedieval vinculada al «Villar de las Viñas», reformada en 1538 y demolida para la construcción del actual templo barroco, de 1731. Con independencia de los restos arqueológicos que puedan existir en el subsuelo, la estructura medieval más destacada es un altar de piedra, parcialmente conservado.
Situado en el barrio de La Estrella, no se conservan restos visibles de la fábrica del edificio. Era una pequeña iglesia, de una sola nave con tres tramos y cubierta de madera sustentada mediante arcos diafragma, un modelo habitual en la primera arquitectura medieval de la zona. Hacia 1385 se agregó un cuarto tramo en la cabecera, momento en el que se incorporó el retablo gótico de piedra. Éste se desmontó al construirse el templo barroco, reaprovechando algunos de sus elementos. Los más destacados se localizan al lado de un aguamanil. Se trata de cuatro relieves en piedra en perfecto estado de conservación. Representan a cuatro santas mártires, unas con la palma del martirio y otras con sus atributos martiriales específicos, todas ellas coronadas; a su vez se enmarca bajo un arco de medio punto trilobulado, cuyas enjutas se decoran con motivos vegetales. Originalmente, debían estar integradas en el banco del retablo.
Se trata de piezas góticas de idéntica factura a las del retablo del Salvador de la iglesia parroquial de Mosqueruela.